Sin un ganador y sin saber todavía qué partido controlará el Senado, el futuro del sistema de salud de la nación también sigue siendo incierto.
Lo que está en juego es si el gobierno federal desempeñará un papel más importante en el financiamiento y el establecimiento de las reglas básicas para la cobertura de atención médica o cederá más autoridad a los estados y al sector privado.
Si el presidente Donald Trump gana y los republicanos retienen el control del Senado, es posible que Trump aún no pueda hacer cambios radicales mientras la Cámara siga bajo control demócrata.
Pero, gracias a las reglas establecidas por los republicanos del Senado, se podrían seguir apilando demandas en los tribunales federales con juristas conservadores que probablemente defiendan el uso expansivo del poder ejecutivo por parte de Trump para tomar decisiones de salud.
El presidente también se ha comprometido a continuar sus esfuerzos para deshacerse de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA). Si la Corte Suprema anula la ley general como parte de un desafío que escuchará la próxima semana, se pondrá a prueba la promesa de los republicanos de proteger a las personas con condiciones médicas preexistentes.
En un segundo mandato, la administración probablemente también continuará sus esfuerzos para modificar Medicaid instituyendo requisitos laborales para los adultos inscritos y brindando más flexibilidad a los estados para cambiar el diseño del programa.
Si Joe Biden gana y los demócratas obtienen la mayoría en el Senado, sería la primera vez que el partido controla la Casa Blanca y ambas cámaras del Congreso desde 2010, el año en que se aprobó ACA.
Una de las principales prioridades será lidiar con la pandemia de COVID-19 y sus consecuencias económicas. Biden hizo de este tema una piedra angular de su campaña, prometiendo implementar políticas basadas en el asesoramiento médico y científico, y proporcionar más directrices y ayuda a los estados.
Pero también ocupa un lugar destacado en su agenda abordar partes de ACA que no han funcionado tan bien como esperaban sus autores. Se comprometió a agregar una “opción pública” administrada por el gobierno, que sería una alternativa a los planes de seguros privados en los mercados, y a reducir la edad de elegibilidad para Medicare a 60 años.
Si bien los demócratas continuarán controlando la Cámara, aún no se ha determinado la composición final del Senado. E incluso si los demócratas ganan el Senado, no se espera que obtengan una mayoría que les permita aprobar leyes sin el apoyo de algunos senadores republicanos, a menos que cambien las reglas del Senado.
Pero quién controle Washington es solo una parte del impacto de las elecciones en las políticas de salud. Varios problemas de salud clave están en manos de los estados. Algunos de ellos:
Aborto
En Colorado, una medida que habría prohibido los abortos después de las 22 semanas de embarazo, excepto para salvar la vida de la embarazada, fracasó, según The Associated Press. Colorado es uno de los siete estados que no prohíben los abortos en algún momento del embarazo.
También alberga una de las pocas clínicas del país que realizan abortos en el tercer trimestre del embarazo, a menudo por complicaciones médicas graves. La clínica atrae pacientes de todo el país, por lo que los residentes de otros estados se habrían visto afectados si se aprobara la enmienda de Colorado.
En Louisiana, sin embargo, los votantes aprobaron fácilmente una enmienda a la constitución estatal para indicar que nada en el documento proteja el derecho al aborto o a financiarlo. Esto facilitaría que el estado prohíba el aborto si la Corte Suprema anula Roe v. Wade, que hace que las prohibiciones estatales del aborto sean inconstitucionales.
Medicaid
El destino del programa de salud para las personas de bajos ingresos no está en la boleta electoral directamente en ninguna parte de esta elección. (Los votantes aprobaron expansiones del programa en Missouri y Oklahoma a principios de este año).
Pero el programa se verá afectado no solo por quién controle la presidencia y el Congreso, sino también por quién controle las legislaturas en los estados que no han expandido Medicaid en el marco de ACA. Carolina del Norte es un estado clave donde un cambio en la mayoría de la legislatura podría modificar el rumbo de la expansión.
Marihuana y alucinógenos
En seis estados, los votantes están decidiendo la legalidad de la marihuana de una forma u otra. Montana, Arizona y Nueva Jersey estaban decidiendo si unirse a los 11 estados que permiten su uso recreativo.
Los votantes de Mississippi y Nebraska estaban eligiendo si legalizarían la marihuana medicinal, y Dakota del Sur se convirtió en el primer estado en votar sobre la legalización de la marihuana medicinal y recreativa en la misma elección.
Las setas alucinógenas (hongos) están en dos papeletas. Se aprobó una medida en Oregon para permitir el uso de hongos productores de psilocibina con fines medicinales, y una propuesta del Distrito de Columbia para despenalizar los hongos alucinógenos estaba ganando adeptos.
También se aprobó una pregunta en la boleta electoral en Oregon para despenalizar la posesión de pequeñas cantidades de drogas duras, incluida la heroína, cocaína y metanfetamina, y ordenar el establecimiento de centros de recuperación de adicciones, utilizando parte de los ingresos fiscales de las ventas de marihuana para establecer esos centros.
California
Como de costumbre, los votantes de California se enfrentaron a una larga lista de medidas electorales relacionadas con la salud.
Por segunda vez en dos años, la rentable industria de diálisis renal del estado fue cuestionada en las urnas. Una iniciativa patrocinada por un sindicato habría requerido que las empresas de diálisis contrataran a un médico en cada clínica y presentaran informes sobre casos de infecciones al estado. Pero la industria gastó $105 millones en contra de la medida. La medida falló, según AP.
También se les pidió a los votantes que decidieran, nuevamente, si financiarían la investigación con células madre del Instituto de Medicina Regenerativa de California a través de la Proposición 14. Los votantes aprobaron por primera vez el financiamiento para la agencia en 2004 y, desde entonces, se han gastado miles de millones con pocos resultados que derivaran en curas. La medida estaba ganando en los primeros resultados.
California ha estado a la vanguardia de la lucha por la llamada economía de los gig, y la votación de este año incluyó una propuesta impulsada por empresas de transporte como Uber y Lyft que les permitiría seguir tratando a los conductores como contratistas independientes en lugar de empleados.
Según la Proposición 22, las empresas no tendrían que proporcionar beneficios de salud directos a los conductores, pero tendrían que darles a los que califiquen un estipendio que podrían utilizar para pagar las primas de seguro médico comprado en el mercado del estado, Covered California. La medida fue aprobada.
Finalmente, se preguntó a los votantes si imponer impuestos a la propiedad más altos a los dueños de propiedades comerciales con terrenos y tenencias de propiedades valoradas en $3 millones o más, lo que podría ayudar a proporcionar nuevos ingresos destinados a ciudades y condados con problemas económicos afectados por el COVID-19, así como escuelas K-12 y colegios comunitarios.
Las clínicas comunitarias, las enfermeras de California y Planned Parenthood se lanzaron a la espinosa batalla política por la Propuesta 15, enfrentándose a poderosos grupos empresariales, con la mira puesta en los ingresos para ayudar a reconstruir el empobrecido sistema de salud pública de California.
Los demócratas en California, que controlan todos los cargos electos en todo el estado y tienen una supermayoría en la legislatura, se han estado posicionando para una victoria de Biden, y algunos ya estaban redactando una ambiciosa legislación de atención médica para el próximo año.
Si gana Biden, dijeron que planean tomar medidas enérgicas contra la consolidación de hospitales y terminar con las facturas sorpresa de las salas de emergencias, y algunos estaban discutiendo en silencio iniciativas liberales como buscar un sistema de atención médica de pagador único y expandir Medicaid para cubrir a más inmigrantes sin papeles.
JoNel Aleccia, Rachel Bluth, Angela Hart, Matt Volz y Samantha Young colaboraron con esta historia.
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